
Hace apenas unos días, el primer cargamento de cervezas Golden Promise Brewing salió rumbo a Rusia.
Después de mucho trabajo y de una puesta en escena triunfal en la feria Alimentaria en Barcelona, logramos uno de nuestros más importantes objetivos captar importadores. Al menos uno de momento, ya que todavía estamos en conversaciones con China, New York y Taiwan.
Se trata nada menos de una de las empresas cárnicas más importantes de Rusia, con una facturación anual que supera los 300 millones de euros y que incorporará nuestros productos a su cadena de 52 establecimientos de productos gourmet.
Este paso ha supuesto un espaldarazo importante para el proyecto que se consolida a buen ritmo y cuyos productos están encontrando un hueco determinante en la escena cervecera.
Aunque la negociación con nuestro nuevos clientes del Este no fue para nada complicada, cumplimentar y tener listos todos los papeles legales necesarios para la importación no fue nada sencillo. En ese apartado tenemos que dar las gracias de forma especial a nuestros clientes que han tenido paciencia para guiarnos, a Jacob de Cervezas Villa de Madrid, que con su experiencia nos ha acompañado durante todo el proceso, al igual que la gente de Aragón Exterior, y también debemos hacer una mención especial a Óscar Calvo Managing Director de JCV, empresa que se dedica al envío de mercancía por mar a medio mundo. Sin él no sé que habríamos hecho en los últimos lances con la aduana.
También queremos dar las gracias al camionero bielorruso, que sin hablar ni español y menos inglés, hizo lo posible por entendernos, mientras sufría para cargar los 5 pallets de cerveza bajo el sol abrasador.
Ya solo queda esperar que la cerveza haga su trabajo, algo que no dudamos, y que pronto Golden Promise Brewing sea una cerveza de consumo habitual en las tiendas gourmet de Moscú. Suena bien, ¿verdad?
¡Salud!